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Channel: Mitos, Monstruos y Leyendas
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Slender Files: Stick Men - Los hombres de alambre.

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Desde finales de la década pasada, Slender Man se convirtió en una figura extremadamente popular desde su creación accidental en un concurso de fotografía de SomethingAwful, y fue considerado el primer "monstruo" de la era digital.
Parte del atractivo de Slender Man es el efecto "Tulpa", la idea de que la entidad no fue creada por Victor Surge en sí; si no que ya existía y solo cobró un gran poder a raíz de que millones de personas en todo el mundo comenzaron a creer en él. Otra parte interesante es que las constantes adiciones a la mitología de Slender Man incluyen referencias (muchas veces perturbadoras) a seres similares en distintas épocas de la historia.
De estos mitos, quizás el más desconcertante es el de los "Black Stick Men" o "Stick Men", que en españo se traduciría a "hombres de alambre negro" u "hombres de alambre". 

La historia.
La historia de los Black Stick Men se originó en el sitio Listverse, que se especializa en conteos de diversos temas que van desde cine y televisión hasta libros, figuras históricas y lo sobrenatural. En el "top 10 de los fenómenos paranormales más bizarros de la época moderna", publicado en el año 2009; no solo aparecen figuras ya reconocidas como los Niños de Ojos Negros, el Mothman o los Skinwalkers; si no un extraño fenómeno conocido como los Black Stick Men.

Estos seres pueden describirse como figuritas de alambre, la clase que un niño o alguien sin talento de dibujo realizaría. Son inusualmente altos, completamente negros, muy delgados y sin rasgo alguno; y se les documenta (de acuerdo con Listverse) en varios foros de mensajes, sitios web y otras comunidades en línea desde el 2008.
Los detalles de qué son parecen consistentes. Por lo regular tienen lugar en un camino abandonado, un callejón o sitios aislados y lejos de luces fuertes. La persona que los encuentra descubre que se mueven de manera ligera y grácil, sin hacer ruido y que van acompañados de una electricidad estática en el ambiente.
Los Stick Men ignoran a las personas, pero huyen al ser vistos. Aunque de acuerdo con ciertas historias, intentan ahuyentar a las personas al aparecer mucho más grandes y agresivos de lo que son en realidad; aunque no hay accidentes reportados a raíz de encuentros con estos seres.
Las únicas indicaciones de ataque son vagas sensaciones de malevolencia, aunque esto tiene más bien que ver con las perturbaciones en la presión del aire durante los encuentros que en el comportamiento de los seres. 
No se les asocia con un lugar o tiempo específico, aunque son vistos más durante la noche; ni están relacionados con fenómenos fantasmales o criptozoológicos. Sencillamente se cree que son criaturas que existen fuera de este plano o dimensión, más no que sean fantasmas.

La gente de alambre.
Los Indios Yakama que habitan las montañas Cascade en el estado de Washington tienen una leyenda que narra la existencia de "Gente de Alambre" o gente pequeña que vive en lo alto de las colinas. Ciertas colinas y montes son sagrados para la Gente de Alambre y no deben ser perturbadas, o de lo contrario estos seres atacarán a quien lo haga.
De acuerdo con Robert Pyle en el libro "Where Bigfoot Walks: Crossing the Dark Divide", los Yakama se refieren a los Ste-ye-hah'mah u Hombres de Alambre, aunque la palabra en sí define a un espíritu que se oculta en los bosques (similar a Slender Man, cabe notar). Se dice que el "Alambre" o "Palo" se refiere al hábito de estos seres de abrir agujeros a través de las casas o tiendas para secuestrar a sus víctimas o arrojarle troncos a estas.
Los indios Lelooska y Quinault creen que los Hombres de Alambre no deben ni siquiera ser nombrados o de lo contrario atacarán a las comunidades y secuestrarán a los niños.

La leyenda del Dolocher.

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En el corazón de Dublín, Irlanda, se encontraba antiguamente una prisión conocida como la Prisión del Perro Negro (Black Dog Prison); que fue abierta a comienzos del siglo XVIII y funcionaba como una cárcel para deudores.
Por su naturaleza, se manejaba como una empresa. Es decir, un prisionero podía pagar para que le dieran una cama, o de lo contrario simplemente era arrojado en los calabozos infestados de ratas. Entre los cientos de prisioneros estuvo un hombre conocido solo como Olocher.
Olocher fue encarcelado tras violar y asesinar a una mujer. Sin embargo, en la mañana que iba a ser colgado en la horca de Gallows Green en 1788, Olocher fue encontrado sin vida en su celda; lo que desató el enojo de la población, ya que no se explicaban qué había hecho el hombre para suicidarse, pero jamás se encontró el motivo o el arma que usó para evitar ser colgado.

Pero Olocher no quedó ahí.
La noche siguiente, un vigilante en Cork Street fue encontrado en el piso, inconsciente y bañado en sangre; como si hubiese sido atacado por un animal salvaje. Cuando recuperó la consciencia, reveló que había sido agredido por un cerdo negro de gran tamaño.
Los guardias de Black Dog se negaron a realizar sus rondas, diciendo que a lo largo de los días posteriores al ataque podían ver la silueta fantasmal de un cerdo negro rondando el edificio. La histeria se apoderó de los guardias y prisioneros, quienes creía que Olocher había sido castigado por cometer suicidio y fue transformado en una entidad demoniaca.
Lo llamaron "El Dolocher", siempre temerosos a que la criatura los atacara en venganza por haber sido apresado; y Cork Street se tornó rápidamente en un tema tabú para el personal. Al menos hasta que un hombre intentó realizar el patrullaje en esa área durante una noche.
A la mañana siguiente, solo quedaban sus ropas y su rifle tirados en el piso. El hombre no volvió a aparecer, lo que llevó al personal de la prisión a confirmar sus peores temores: el Dolocher no solo era real, si no que había cometido su primer asesinato.
Días después, una mujer dijo haber sido atacada en Christ Church por un cerdo negro durante la misma noche que el guardia desapareció. La fémina se quejó de que el animal intentó morderla, pero que pudo huir. Estos ataques fueron solo el inicio de una ola de terror en el área de clase trabajadora en Dublín, The Liberties.
Cada noche se escuchaban los gritos de mujeres aterrorizadas por el Dolocher, el cual se desvanecía en la noche luego de cada ataque. Conforme la primavera dio paso al verano, los ataques del Dolocher perdieron intensidad hasta que la ciudad pudo volver a descansar.
Al menos, hasta que el clima volvió a dar lugar a noches oscuras y llenas de niebla, las cuales indicaron el regreso del temido monstruo. Los ataques se tornaron más severos, culminando en una violenta golpiza a una mujer embarazada que perdió a su bebé a raíz del acontecimiento.
Los temerosos pobladores de Dublín se organizaron en grupos y mataron a cada puerco en la ciudad, dejando los cadáveres como una amenaza hacia el Dolocher... así que, ¿cuál sería su sorpresa al ver que la mañana siguiente, no se encontró ningún cadáver de puerco?
Los restos de los animales habían desaparecido mágicamente, lo que incrementó el terror de la gente y cimentó la reputación del Dolocher como un enviado del infierno que no descansaría hasta obtener su venganza.

En una noche tormentosa, un herrero acababa de salir de una taberna y caminaba por The Liberties cuando se percató de que algo lo seguía y gruñía a sus espaldas. Al voltear, se topó cara a cara con un cerdo del tamaño de un hombre que se abalanzó sobre él.
El herrero, fuerte y diestro en combate cuerpo a cuerpo, pudo luchar contra el temido Dolocher hasta noquearlo. La conmoción atrajo a los habitantes de Dublín y a los parroquianos de otras tabernas, quienes se sorprendieron al ver que el herrero pudo herir a la criatura demoniaca.
Al llegar la policía, descubrieron que el Dolocher no era un demonio o un espectro maligno, si no un hombre moribundo que iba cubierto con la piel y la cabeza de un cerdo.
En el hospital, el atacante fue identificado como el vigilante desaparecido de Black Dog, quien confesó que planeó todo desde que Olocher le pidió ayuda para suicidarse. Una vez muerto el preso, el guardia se dedicó a esparcir historias sobre el Dolocher y fingió su propia desaparición, para que así fuese libre para atacar a mujeres inocentes, disfrazado como un cerdo monstruoso y sobrenatural.

También confesó que coordinó la limpieza de los cadáveres de cerdos durante la noche, con el fin de mantener la histeria y seguir rondando las calles por las noches sin ser molestado. Las heridas que sostuvo en su lucha con el herrero le ocasionaron la muerte al cabo de unos días, y si bien algunos dijeron que otro criminal había escapado de la horca; todo Dublín pudo respirar tranquilo porque el Dolocher ya no existía más. 
Hay quienes insisten hasta este día, que la historia del guardia usando el disfraz del Dolocher inspiró cien años más tarde a otro asesino misterioso. Aquél que jamás fue atrapado y que quizás sea el asesino serial más famoso de la historia.
Jack el Destripador.

Monstruos de túnel.

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Recientemente, varios exploradores urbanos en la zona de Minneapolis y St. Paul han descrito encuentros con extraños animales desconocidos y muy agresivos en los túneles subterráneos que conectan las ciudades entre sí.
Les han dado varios nombres: "perros de cloaca", "ratas perro", "zorrillos de caverna", "castores zorrillo, "osos de túnel" o incluso "linces-mapache". Todas las descripciones coinciden en que se trata de mamíferos de tamaño medio que recorren los túneles y cloacas en parejas, no llegan a la rodilla de un hombre adulto, tienen piel gris y son extremadamente territoriales.
Estos críptidos extraños rondan todos los pasajes subterráneos de la zona, en especial los sitios cercanos al río y los caminos menos transitados. El encuentro más vívido con un explorador urbano es el que se narra a continuación:

"Personalmente he sido perseguido por un par de ellos. En esa tarde de primavera caminaba cerca del río, en dirección de las cascadas Minnehaha hacia el centro de la ciudad. Me encontraba en un camino elevado cuando dos animales salieron de una tubería y comenzaron a seguirme.
Aceleré el paso y trepé a una escalera, y de inmediato comenzaron a gruñir y chillar entre sí; como una especie de lenguaje extraño. Se dividieron y atravesaron los pastizales y arbustos a mi alrededor, rodeándome hasta aparecer a unos cuantos metros en frente de mí, justo debajo de un poste de luz.
No son mapaches, gatos, perros o ningún animal que conozca. Una vez reunidos de nuevo, se me acercaron y comenzaron a ladrar. Me incliné para recoger una rama y se callaron al ver lo que hacía, desapareciendo hacia los bosques luego de que se las arrojé. Hicieron ruido en el bosque a mi derecha mientras corría en dirección a los vecindarios, siguiéndome hasta que pude llegar a una calle transitada.
Una vez que se dieron cuenta de que no podrían atacarme sin arriesgarse a ser vistos, se detuvieron y dieron media vuelta; escabulléndose en una tubería de drenaje."

Los asesinatos de Cannock Chase.

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Fotografía tomada en Cannock Chase.
Entre el primero de diciembre de 1964 y el 19 de agosto de 1967, cuatro niñas de entre 5 y 9 años fueron secuestradas, estranguladas y sus cuerpos arrojados en la zona boscosa de Cannock Chase, en Staffordshire, Inglaterra. De las cuatro niñas, solo una sobrevivió.
Los crímenes horrorizaron a la comunidad y se dio inicio a una de las búsquedas más grandes en la historia de Inglaterra, la cual culminó en la captura de Raymond Leslie Morris. Éste coincidía con la descripción dada por varios testigos, además de que ya anteriormente había sido interrogado por la posesión de pornografía infantil. A esto se le añadió que era el dueño de un automóvil Austin A55 de color gris, el cual había sido visto en escenas de secuestro anteriormente.
Como resultado, se le encontró culpable por el asesinato de Christine Darby, de siete años; pero la policía sospechaba que tenía qué ver con la muerte de Margaret Reynolds (de seis años) y Diana Joy Tiff (de 5), cuyos cuerpos fueron hallados juntos a cien metros de donde se encontró a Christine Darby.
Morris murió en prisión el 11 de marzo del 2014, a la edad de 84 años.

Poco después de su muerte, personas que caminaban cerca de Cannock Chase comenzaron a reportar "niños de ojos negros" en el área. Un visitante supuestamente escuchó la sonrisa de una niña detrás de él, y al voltear se encontró con una pequeña de ojos completamente negros. Michelle Mason, una habitante de la localidad, estaba de excursión en el bosque junto a sus dos pequeños hijos; cuando decidió tomarles una fotografía como recuerdo de la visita.
Días después, tras revisar las fotografías en su cámara digital, se encontró con algo que le heló la sangre: En el extremo derecho de la imagen aparecía la imagen de una fantasmal pequeña de ojos negros sosteniendo lo que parecía ser un aro de hula hula.

Morrígan - La Reina Fantasma.

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Morrígan, que se puede traducir como "Reinta Fantasma" o "Gran Reina" del antiguo irlandés, es una figura mitológica de las islas británicas; asociada con la batalla, el conflicto y la soberanía; así como los cuervos y guerreros.
En el ciclo de Ulster, Morrígan no solo toma la forma de un cuervo que revolotea en círculos sobre los campos de batalla; si no que aparece también como una anguila, un lobo o una vaca. Se le considera una deidad de la guerra similar a las valquirias, y es mostrada como un trío de hermanas: Badb, Macha y Nemain. 

Diosa de la Guerra.
La naturaleza triple y ambigua de Morrígan es usualmente interpretada como la de una "diosa de la guerra". El libro "La Antigua Diosa Irlandesa de la Guerra", escrito en 1870 por W.M. Hennessy fue influencial en establecer la connotación de Morrígan como una deidad bélica; incluso sugiriendo una semejanza a la Banshee.
De acuerdo a la leyenda, en ciertas zonas de Irlanda a la Banshee no solo se le llama así, si no que también se le conoce como La Badhb; uno de los nombres de Morrígan. En esta interpretación, la mujer de los túmulos no solo es símbolo de una muerte próxima a ocurrir, si no que puede influenciar el desarrollo y desenlace de una guerra. A veces aparecía como un gran cuervo que volaba sobre los campos de batalla; inspirando el valor o el temor en los corazones de los guerreros.
En ciertas ocasiones, Morrígan podía inclusive unirse a la batalla y mostrar su favoritismo directamente.
Se sugiere que estaba ligada a los "Mannerbunds" irlandeses, que eran grupos de cazadores y guerreros jóvenes que vivían al borde de la sociedad y actuaban como criminales durante sus años adolescentes; antes de convertirse en miembros funcionales de la sociedad al llegar a la adultez. Es una creencia popular que estos grupos de delincuentes veneraban a Morrígan.
Otros expertos sugieren que no solo estaba ligada a la violencia, si no que su forma de vaca era un lazo a la tierra y la fertilidad; y que la Badb era comúnmente interpretada como una figura que proveía protección política y militar a un rey, una especie de diosa de la soberanía.
En el condado de Tipperary existe un túmulo llamado Fulacht na Mór Ríoghna, que se traduce como "La Fosa de Cocina de Morrígan". Esta colina o monte dedicado a Morrígan estaba asociado con la caza de ciervos, pueblos extranjeros como los Fianna y los grupos Mannerbund.

El ciclo mitológico.
Morrígan también aparece en los textos del Ciclo Mitológico, listada como una de las Tuatha de Danann, hijas de Ernmas; la nieta de Nuada.
Badb, Macha y Morrígan son descritas como "fuentes de lucha amarga", y el nombre de la misma Morrígan es dado como Anand. Anand as su vez tuvo tres hijos: Glon, Gaim y Coscar. Su rol principal es en la Batalla de Mag Tuired, donde hace un trato en Samhain con los Dagda antes de la batalla contra los Fomorianos.
Morrígan promete invocar a todos los magos de Irlanda para lanzar hechizos a favor de los Tuatha Dé y destruir a Indech, el Rey de Fromoria para tomar de él "la sangre de su corazón y los riñones de su valor". Posteriormente, Morrígan llevó dos viales de sangre de Indech al río Unius; vertiéndolos tras revelar que Indech cayó en batalla contra el guerrero Ogma.
El líder de los Tuatha De, Lug, pregunta qué poder llevarán a la batalla; y la respuesta de Morrígan implica que su bendición involucra perseguir, destruir y subyugar. La diosa se une a la batalla y recita un poema, desatando la lucha y haciendo que los Fomorianos sean expulsados hacia el océano. Luego del combate, recita otro canto que celebra la victoria y profetiza el fin de los tiempos.

El Ciclo de Ulster.
En el Ciclo de Ulster, Morrígan tiene una relación ambigua con el héroe Cuchulainn. En la historia de Tain Bo Regamna, Cuchulainn encuentra a Morrígan pero no la reconoce, pues la mujer conduce un carruaje fúnebre en su territorio. Ofendido, Cuchullain la insulta y se prepara para matarla, pero Morrígan se transforma en un ave negra y se posa sobre una rama.
Al ver esto, Cuchulainn le dice que sabe quién es y que lo perdone, pues no la había reconocido. Morrígan dice que de haberla atacado, eso le habría producido una muy mala suerte; a lo que Cuchulainn responde con una burla diciéndole que aunque lo intentara, ella no sería capaz de hacerle daño. La diosa le proporciona varias amenazas, diciéndole al héroe que morirá en una batalla y le advierte lo siguiente: "Es al umbral de la muerte que Yo soy, y en la vuestra estaré."

En el Tain Bo Cuailnge, la reina Medb de Connacht lanza una invasión a Ulster para robarse el toro llamado Donn Cuailnge. Morrigan aparece ante el toro con la forma de un cuervo, y le dice que huya. Cuchulainn defiende Ulster al luchar en combates uno a uno contra los campeones de Medb.
Morrígan se le aparece como una mujer joven y le ofrece su amor y ayuda en la batalla, pero el héroe responde negándose. Airada, en el próximo combate aparece ante él como una anguila que lo hace tropezar, luego como un lobo que ahuyenta al ganado y lo hace correr en estampida sobre el campo de batalla y finalmente como una vaca que guía la estampida; tal y como había advertido anteriormente.
Cuchulainn logra herirla en cada forma y al final se impone ante su enemigo. Posteriormente, Morrígan aparece para sanar a Cuchulainn.
Al final, durante el relato de la muerte del héroe, Cuchulainn encuentra a Morrígan como una mujer monstruosa que lava su armadura ensangrentada en un río, una profecía de su muerte. Posteriormente, Cuchulainn es mortalmente herido y se ata a una piedra con sus propias entrañas; para poder morir de pie. Es únicamente cuando un cuervo se posa en su hombro, que sus enemigos se dan cuenta de que ya está muerto.

Morrígan en la leyenda Arturiana.
Morgana le Fay en la serie de televisión "Arthur".
Algunos autores de ficción contemporáneos enlazan a Morrígan con el personaje Morgan o Morgana le Fay en el mito arturiano. Morgan aparece por primera vez en "Vita Merlini", escrita en el siglo XII por Geoffrey de Monmouth.
Escritores a lo largo de los siglos sugieren que el personaje de Morgana fue inspirado en la leyenda de Morrígan, aunque las similitudes terminan en el nombre. Ya que Morgan es un nombre de origen galés, el cual está asociado con el mar; mientras que "Morrígan" tiene sus raíces en una palabra para "terror" o "grandeza".

Post no. 300 - El Monstruo de Loch Ness.

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Sin duda el fenómeno criptozoológico con más fama en el mundo es el misterio que se oculta en las oscuras y gélidas aguas del lago escocés de Loch Ness. Como ya muchos saben, se dice que en este estrecho (pero extenso) cuerpo de agua de las tierras altas escocesas habita una criatura que desafía toda regla en el registro fósil.
Similar a otras bestias marinas, la evidencia de la existencia del monstruo llamado afectivamente "Nessie"; se conforma únicamente de anécdotas de supuestos testigos, fotografías borrosas y grabaciones donde se puede apreciar el movimiento de algo grande dentro de las aguas de Loch Ness.

El origen de la bestia.
Una reproducción del encuentro entre St. Columba y el Monstruo.
El nombre del Monstruo de Loch Ness fue dado por primera vez el 2 de mayo de 1933 por Alex Campbell en un artículo del Inverness Courier.
El 4 de agosto de ese año, el Courier publicó un extenso reportaje sobre la historia de George Spicer, un londinense que semanas antes dijo haberse encontrado un "dragón o animal prehistórico" mientras conducía con su esposa en un camino a la orilla del lago. La criatura supuestamente se arrastraba de vuelta al agua mientras cargaba un animal en su boca.
La histeria colectiva no se hizo esperar, y el Courier se vio inundado por cartas anónimas de personas que supuestamente habían encontrado al monstruo en las inmediaciones del lago. El Courier las publicó a lo largo de los meses, lo que eventualmente captó la atención de la prensa internacional; mismos que comenzaron a denominar al monstruo como un dragón o serpiente marina.
Los folkloristas señalan que el monstruo de Loch Ness se origina en la historia de la vida de Santo Columba; escritas en el siglo VII. En ellas, se describe que el monje irlandés Santo Columba se encontraba en la tierra de los Pictos con sus compañeros cuando se encontró con un grupo de locales enterrando al hombre cerca del río que desemboca en Loch Ness.
Los hombres le explicaron que el desafortunado sujeto había estado nadando en el río cuando una bestia marina lo atacó y hundió. Intentaron rescatarlo, pero era demasiado tarde. Al escuchar esto, Columba sorprendió a los Pictos al enviar a uno de sus seguidores a nadar al lago.
Como se esperaba, la bestia emergió de las profundidades e intentó atacar al hombre. Columba se acercó a la orilla, hizo la señal de la cruz y dijo: "No te acerques. No toques al hombre. Regresa". El monstruo se detuvo y huyó despavorido, como si una fuerza invisible lo hubiese sujetado con cuerdas y jalado hacia el otro extremo del lago.
Los encuentros con el monstruo de Loch Ness antes de 1933 fueron raros, pero se sabe que ocurrieron. El más conocido tuvo lugar en 1871, cuando el Dr. D. Mackenzie de Balnain pudo ver algo que parecía un tronco "retorciéndose en el agua".

Las fotografías.
La fotografía del Cirujano.
La primera imagen fue tomada por Hugh Gray en 1933, meses después de los reportajes del Courier. El 6 de diciembre, el periódico Daily Express publicó la fotografía, y desató tanto interés que el Secretario de Estado de Escocia declaró al supuesto animal como especie protegida para evitar que cazadores y pescadores intentaran capturarlo o matarlo.
El monstruo parecía genuino, pues la imagen de un cuello largo y una cabeza reptiliana alzándose sobre las aguas del lago coincidían con la descripción dada por la familia Spicer. En agosto de 1933, un hombre llamado Arthur Grant dijo haber encontrado a un animal cruzando un camino cerca del lago durante altas horas de la madrugada.
Grant, estudiante de medicina veterinaria, describió al monstruo como un híbrido entre una foca y un plesiosaurio. 
La "Fotografía del Cirujano", tomada en 1934, es quizá la imagen más icónica que hay sobre Nessie. Fue tomada por un ginecólogo londinense llamado Robert Kenneth Wilson y publicada en el Daily Mail el 21 de abril de 1934. Wilson se negó a que su nombre apareciera publicado, y de ahí que a la imagen se le llamara "La fotografía del Cirujano". El fotógrafo explicó que estaba observando el lago cuando vio al animal salir de las aguas, así que tomó su cámara y tomó cuatro fotos.
Solo dos exposiciones salieron lo suficientemente nítidas como para apareciar lo que parecía ser una cabeza pequeña y un cuello largo sobresaliendo del agua.

La caza.
En 1938, William Fraser, el alguacil en jefe de inverness-shire escribió una carta a los medios especificando que el monstruo era algo real. Su carta expresó consternación sobre un equipo de cazadores armados con un arpón especial y que iban determinados a capturar al monstruo vivo o muerto. Fraser creyó que era su deber como oficial de la ley proteger al animal de los cazadores, pero que no se creía capaz de hacerlo.
En mayo de 1943, C.B. Farrel de los Cuerpos de Observadores Reales fue distraído de sus deberes por la aparición de Nessie. Dijo que a 230 metros de su puesto en la costa, pudo ver a un gran animal de nueve metros de largo y un cuello que asomaba metro y medio sobre el agua.
Más tarde, durante 1954, el bote pesquero Rival III captó algo extraño en su equipo de sonar. La tripulación de la nave observó lecturas en el sonar que mostraban a un objeto enorme moviéndose a la misma velocidad que el bote a una profundidad de 149 metros. Viajó en línea recta bajo la nave por espacio de 800 metros hasta desaparecer en la profundidad.
Durante las décadas siguientes, el monstruo ha sido buscado con el uso de tecnologías de sonar, submarinos, fotografía aérea y barridos de la extensión del lago con avanzado equipo naval de ultrasonidos; sin conseguir resultado alguno. 
Durante el 2001, la Academia de Ciencia Aplicada Robert Rines consiguió grabar una estela de agua en forma de V atravesando el lago. La AAS también grabó algo que parecía ser un cadáver en putrefacción de gran tamaño y un organismo fungal que normalmente no se halla en agua dulce, lo que implica que el lago está conectado al océano. En 2008, los investigadores de Rines postularon la teoría de que el Monstruo podría haber muerto ya, lo que explicaría la falta de lecturas de sonar y el hecho de que no había sido visto en años.
Se cree que el monstruo (o los animales) podrían haber desaparecido al no poder adaptarse a los cambios de temperatura producidos por el calentamiento global.

El "Calamar".
La fotografía de Shiels.
El 21 de mayo del 77, Anthony "Doc" Shiels acampaba cerca del castillo Urquhart cuando pudo tomar las fotografías más nítidas que existen sobre la bestia. Shiels decía que el animal era un "calamar elefante", diciendo que el cuello largo de la fotografía no es otra cosa que la "trompa" del calamar y que la mancha en la base del cuello es en realidad un ojo.

El monstruo de Apple Maps.
La fotografía de Apple Maps.
El 19 de abril del 2014, una fotografía satelital de Apple Maps captó lo que parecía ser una criatura colosal bajo la superficie del agua en Loch Ness. La imagen, que fue tomada en el extremo norte del lago; revela una figura misteriosa de 30 metros de largo. Entre las explicaciones se encuentran la estela producida por un bote, una foca moviéndose en el agua o madera flotante.

La identidad del monstruo.
Sobre Nessie y su verdadera identidad se han ofrecido infinidad de teorías. Las primeras apuntan a la fauna local de Loch Ness, otras más a elefantes traídos por circos; mientras que las más descabelladas no solo hablan de plesiosaurios y otros grandes reptiles extintos, si no de seres mitológicos como el Kelpie.

La Anguila Gigante:
Un congrio capturado en la costa de Devon.
El primer sospechoso para la identidad de Nessie es la de una misteriosa anguila gigante. No es raro que las anguilas se encuentren en las aguas del lago, pero esto sigue sin explicar los supuestos avistamientos de un animal alzando la cabeza sobre las aguas.
Como dato trivial, se debe mencionar que en 1856 fue vista una Serpiente Marina o Kelpie en un lago cerca de Leurbost, el cual se explicó como una anguila gigante que se suponía era común en los lagos de alta montaña en Escocia. Se mantiene que Nessie podría ser un congrio de gran tamaño, pues en el año 2001 se hallaron dos congrios de tamaño considerable en la costa del lago.

El Elefante:
Un elefante nadando.
En 1979, el biólogo Dennis Power especuló que lo visto en la Fotografía del Cirujano no era más que la punta de la cabeza y la trompa de un elefante que nadaba en las aguas, y que quizás habría sido fotografíado en otro lado.
Existe evidencia de que algunos circos viajeros permitían que sus elefantes se refrescaran en el lago mientras acampaban cerca de Loch Ness; lo que explicaría ciertos avistamientos.

El tiburón de Groenlandia:
Un tiburón de Groenlandia pescado en Canadá.
Jeremy Wade, conductor del programa "Monstruos de Río", llegó a la conclusión de que el Monstruo no es otra cosa que un tiburón de Groenlandia. Estos escualos pueden alcanzar hasta seis metros de largo e inhabitan las aguas del Atlántico Norte; son de color oscuro y tienen una pequeña aleta dorsal.
Se especula que el tiburón puede sobrevivir en agua fresca y cruzar ríos y lagos para encontrar comida como salmones y otros peces abundantes en Loch Ness.

Focas:
Una hipotética "foca de cuello largo".
La existencia de focas ha sido confirmada en el lago, por lo que se cree que estos mamíferos marinos podrían ser la explicación de las apariciones no solo de Nessie, si no de otros monstruos acuáticos en lagos de Europa y Norteamérica.

El Kelpie:
El Kelpie.
Alejándonos del terreno de lo naturalmente posible está la explicación de que Nessie no es otra cosa que un Kelpie, un monstruo marino del folklore escocés e irlandés. De acuerdo a los folkloristas, Nessie está relacionado con la leyenda del Kelpie; el cual salía del agua con la forma de un caballo y devoraba a sus presas una vez que estas intentaban montarlo.
El autor sueco Bengt Sjögren explica que las personas que pudieron ver a Nessie en la antigüedad no contaban con la noción de qué era un plesiosaurio, y por ende identificaban a un monstruo marino con el mito del Kelpie.
La mención específica del Kelpie como un monstruo que habitaba Loch Ness fue dado en 1879, y un estudio del folklore de las zonas montañosas de Escocia apuntaba al Loch Ness como una referencia obligada a las leyendas del Kelpie.

El Plesiosaurio:
Plesiosaurus.
En 1933, con la publicación de la primer fotografía, se sugirió que el monstruo era una especie de Plesiosaurio; un reptil acuático de cuello largo que desapareció al final del cretácico. Aunque hay que explicar ciertas cosas: Los plesiosaurios probablemente eran incapaces de vivir en aguas gélidas, necesitaban una fuente de alimentación mayor a la que podrían hallar en Loch Ness y existe evidencia de que hasta hace 20,000 años; el lago estaba completamente congelado.

El gusano gigante:
Reconstrucción del Tullimonstrum.
En 1968, Frank Holiday propuso que Nessie y otros monstruos de lago podrían ser invertebrados gigantes como el extinto Tullimonstrum, una especie de gusano que desapareció hace millones de años.

El vicario fantasma.

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El East End de Londres.
En una mañana de domingo en julio de 1971, tres trabajadores caminaban a lo largo de una calle desierta en el distrito Wapping del este de Londres, cuando vieron lo que parecía ser una figura que portaba ropas extrañas.
Una inspección más cercana reveló que la persona portaba los ropajes de un clérigo del siglo XVIII o XIX. Los hombres lo pasaron de largo, pero al cabo de unos cuantos metros cayeron en cuenta de que no se trataba de algo común y voltearon para verlo de nuevo por pura curiosidad. En ese instante confirmaron sus sospechas: acababan de ver un fantasma en medio de una calle solitaria.
Los hombres, que de inmediato contaron la experiencia, habían visto al malévolo fantasma del Vicario del muelle Ratcliff; quien se decía embrujaba la zona de Wapping y Limehouse del río Támesis.

La historia del Vicario.
El relato de tal aparición inicia en los 1770s, cuando el entonces Vicario de St. Anne's Limehouse, una figura sumamente respetada entre la población por sus acciones benéficas; administraba una pensión para marineros. Pese a que era bien visto por todos, nadie sabía que tras su labor altruista de brindarle alojamiento a los marineros de Londres había algo siniestro.
El Vicario asesinaba a los huéspedes para robarles el dinero y después arrojar los cadáveres a las turbias aguas del Támesis. Al ser descubierto, fue colgado con cadenas sobre el río y dejado ahí hasta que tres mareas lo hubiesen cubierto.
Durante doscientos años, varios londinenses dicen haber visto al fantasma caminando por los muelles. Era tan horrible que los marineros y pescadores del muelle de Wapping y Limehouse se negaban a trabajar después de la noche, e inclusive la policía encargada de patrullar el río cuidaba no acercarse a la zona una vez que la luna se alzaba en lo alto del firmamento.
A los niños se les decía que el Vicario iba por quienes se portaban mal, y a la luz de las chimeneas en las tabernas y salones de juego londinenses se narraban relatos sobre el terrorífico clérigo; historias que helaban la sangre de aquellos que debían aventurarse a la luz de las lámparas de Wapping para regresar a casa.
La leyenda continúa hasta estos días, y ha sido cubierta por revistas y programas televisivos. Aunque los encuentros con el Vicario se han vuelto escasos a raíz de que Wapping y Limehouse dejó de ser una zona pesquera y pasó a transformarse en un área residencial de clase media-alta; hay quienes siguen diciendo que las personas que se aventuran a caminar por los muelles del Támesis en dicha zona todavía pueden encontrarse cara a cara con el malévolo religioso.

Asanbonsam y Sasabonsam.

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Figurín Ashanti representando un Sasanbonsam.
En zonas occidentales de África como Ghana, Costa de Marfil y Togo; la gente de la cultura Ashanti cuenta historias sobre dos monstruosos vampiros que habitan las junglas y bosques de la región, y que a diferencia de otros chupasangres nocturnos; salen del control de cualquier bruja o hechicero.
Asanbonsam y Sasabonsam, horripilantes cazadores nocturnos similares a murciélagos y que merodean entre las copas de los árboles para devorar viajeros y cazadores.

Asanbonsam.
Los Asanbonsam viven en los árboles y se alimentan exclusivamente de aquellos incautos que se atreven a aventurarse en sus dominios selváticos. Los vampiros esperan ocultos en las copas de los árboles, listos para abalanzarse sobre la presa y desgarrarles la garganta con dientes hechos de hierro.
La bestia tiene unos inusuales pies curvos como ganchos, con los cuales se cuelgan de las ramas de los árboles mientras esperan que la presa camine bajo éstos.

Sasabonsam.
Primos de los Asanbonsam, los Sasanbonsam tienen un aspecto similar: humanoides barbados de metro y medio de alto, con una boca repleta de colmillos de hierro. Pero toda la similitud con el hombre acaba ahí: presentan ojos rojos, cuernos, brazos largos y terminados en alas de murciélago, un torso esquelético, y piernas permanentemente dobladas que terminan en tres garras.
El cuerpo del Sasanbonsam está cubierto de manchas blancas y negras que le sirven para camuflarse en los árboles de algodón. Deja sus piernas colgando, para que cuando alguien pase por debajo del árbol; las pueda usar para jalarlo hacia la copa y alimentarse de él arrancándole la cabeza y bebiendo toda su sangre. En Ghana y Costa de Marfil los árboles de algodón crecen hasta alcanzar alturas descomunales gracias a que el temor hacia el Sasanbonsam impide que las personas se acerquen a cortarlos.
El Sasanbonsam puede enfermar a una persona con solo mirarla, y a veces sirven a los designios de un poderoso vampiro conocido como Obayifo. Existe un artículo publicado en un diario de 1939 que habla sobre un Sasanbonsam que fue cazado y asesinado por pobladores de una aldea.

El hombre.

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"Cuando vivía en mi ciudad natal, mi sobrino siempre decía que había un hombre que me seguía. En un principio no pensaba mucho al respecto, porque siempre me imaginaba que era solo un invento o que estaba jugando conmigo.
Al menos hasta que adoptó la costumbre de correr y cerrar la puerta detrás de mi cada que iba de visita. Me decía que el hombre malo sin ojos se acercaba más y más cada que estaba afuera de la casa.
La sola idea me dio escalofríos, pero seguí con la idea de que no era más que la mente de un niño imaginativo. Busqué en internet alguna historia sobre "el hombre malo sin ojo", pero sin éxito alguno. Todo siguió como siempre hasta que unos días después; el temor de mi sobrino fue tal que comenzó a mojar la cama en las noches.
Me cansé, y le pedí que me lo describiera.
La imagen mental que vino a raíz de ello fue algo que me heló la sangre. Decía que era un hombre alto, vestía un abrigo viejo y que no tenía ojos. Que siempre caminaba lentamente con los brazos extendidos, como si intentara agarrar algo. O alguien.

En una ocasión que me tocó cuidar al niño mientras mi hermano trabajaba (era guardia de seguridad) durante la noche, decidí dormir en el piso de su habitación para hacerle compañía y ver qué rayos pasaba.
Lo que ocurrió, bueno... no lo olvidaré jamás.
Desperté poco después de media noche gracias a un ruido. Me tomó unos segundos darme cuenta de qué se trataba: algo, o más bien alguien, golpeaba suavemente el cristal de la ventana. Su sombra, que estaba proyectada en la pared opuesta a la ventana, era desconcertante. Sí, era sólida pero tenía una cierta transparencia... como una medusa o una estatuilla de cristal oscuro. 
Era inconfundiblemente humana... pero parecía mucho más grande que un humano normal. Alargada, deforme. 
Mientras estaba ahí idiotizado, tratando de reaccionar o siquiera entender de qué se trataba; mi sobrino despertó gritando. "¡El hombre sin ojos! ¡Está aquí!"
Eso me devolvió a la realidad, y fue un milagro que no me cagara del miedo. Esa cosa seguía en la ventana, chocando como un insecto particularmente estúpido e incapaz de romper el cristal. Tomé al chico y corrí con él al otro extremo de la casa, donde llamamos a mi hermano por teléfono.
Dejé a mi sobrino en el hueco debajo de la escalera, donde estaría seguro porque no había ventanas; y me asomé varias veces al exterior de la casa. No vi al ser en concreto, pero sí me di cuenta de que había sombras que parecían mucho más oscuras o daban la impresión de moverse. Esa cosa, lo que sea que fuese, seguía ahí.
Esperando. Acechando.
Pasó una hora antes de que llegara mi hermano,  y al entrar vi que estaba enojado conmigo. "¿Qué mierda hacías allá afuera? ¡Debías estar aquí cuidando al niño!", me gritó. Le respondí que había estado en casa todo el tiempo, pero él se limitó a decir que no mintiera, que me había visto moverme entre los arbustos del frente de la casa mientras conducía de regreso.
Jamás salí de la casa.

Después de eso me mudé al cabo de unos meses, y desde el incidente ha pasado poco más de un año. 
Hace unos días, mi hermano y su hijo vinieron de visita; y en un momento que me encontraba a solas con el niño, éste me contó que había visto otra vez al hombre sin ojos. Ese mismo día mientras viajaban en la autopista. Esa cosa salía de un lado del camino y caminaba hacia el auto, estirando los brazos y tambaleándose como un zombie de película.
No sé qué pensar o hacer al respecto."

Travis el chimpancé.

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Travis.
El 16 de febrero del 2009, la policía de North Stanford, en el estado de Connecticut; recibió una llamada de emergencia en la cual, para sorpresa del operador, una mujer gritaba frenéticamente sobre un chimpancé que había atacado a una mujer. Entre ellos, un grito que helaba la sangre: "¡Se la está comiendo!"
Al llegar, los oficiales y equipos de emergencia locales se encontraron con un chimpancé adulto de pie afuera de una casa. El animal se acercó a una patrulla e intentó entrar en ella, destrozando un cristal y forzando la puerta del copiloto hasta que pudo abrirla. Al verse amenazado, el oficial que aún se encontraba en el interior del vehículo le disparó varias veces al animal en el pecho.
Herido, el simio se retiró a la casa, donde cayó muerto junto a su jaula.
Al entrar a la vivienda, los paramédicos se toparon con una escena por demás dantesca. Una mujer, identificada como Charla Nash, amiga cercana de Sandra Herold (dueña del chimpancé) había sido severamente herida por el animal. Nash perdió las manos, la nariz, ojos, labios y gran parte del rostro; y fue víctima de daño cerebral tras haber sido golpeada por el animal.

El ataque.
De acuerdo a Sandra Herold, el chimpancé salió de la casa tras tomar las llaves del auto de los Herolds, y Nash decidió ir tras él para meterlo de nuevo. Sin embargo, Travis reaccionó violentamente al ver a la mujer que sostenía uno de sus juguetes favoritos.
Pese a que Nash era familiar con Travis, se cree que el chimpancé la desconoció porque la mujer había cambiado de peinado poco tiempo antes; y que quizás la súbita agresión se debió a que el chimpance había estado siendo medicado para tratar la enfermedad de Lyme.  Cuando comenzó a agredir a Nash, Herold intentó detenerlo con una pala y finalmente con un cuchillo, a lo que de acuerdo con ella, el animal se volteó y la observó con una expresión confundida.
Fue entonces que Herold llamó al 911
Se sabe que Travis podía abrir puertas usando llaves, vestirse a sí mismo, regar plantas, alimentar a los caballos de su dueña, comer en la mesa y beber vino con una copa. De acuerdo a Herold, Travis era tan aficionado al helado que se aprendió los horarios de los camiones que vendían el producto. Inclusive era capaz de conducir un vehículo.

Tras que el incidente en 2009 recibió atención internacional, una vecina de Herold dijo que en 1996 el chimpancé la había mordido e intentado jalarla a un vehículo cuando intentó saludarlo. Declaró haberse quejado con los Herolds y la policía, pero las autoridades de Stanford dijeron no haber recibido registros de tal denuncia.
En el año 2003, Travis escapó del auto de los Herolds y detuvo el tráfico en una intersección de la ciudad durante varias horas. El incidente tuvo comienzo cuando un peatón arrojó algo al auto, el cual entró por una ventana medio abierta y golpeó a Travis mientras el vehículo se detenía en un alto. Furioso, Travis desató su cinturón de seguridad, abrió la puerta y persiguió al culpable.
Al llegar la policía, intentaron atraer a Travis hacia el interior del auto sin éxito alguno. Eventualmente fue detenido y el incidente obligó al gobierno de Connecticut a aprobar una ley que prohibía la posesión de primates de más de 25 kilos como mascotas. Desde la muerte de Travis, nadie en Connecticut ha intentado aplicar a un permiso de posesión para un chimpancé.

Polybius - el videojuego maldito.

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El screen inicial de Polybius.
El mundo de los videojuegos genera toda clase de leyendas en torno a él. Desde easter eggs extraños y desconcertantes como las bolsas de cadáveres en Grand Theft Auto: San Andreas, la implicación del Hypno pedófilo en Pokémon Leaf Green y Fire Red o las referencias a la cultura popular en World of Warcraft; hasta supuestos eventos paranormales como Ben en The Legend of Zelda: Majora's Mask, el síndrome de Lavender Town en la versión japonesa original de Pokémon Red y Green o Tails Doll en ciertos videojuegos de Sonic. Pero pocas historias han trascendido el tiempo como la mítica existencia de Polybius...

¿Qué es Polybius?
De acuerdo a la leyenda urbana, Polybius era una maquinita o gabinete de arcade que producía toda clase de efectos psicológicos en quienes lo jugaban. La historia describe que los jugadores sufrían amnesia, terrores nocturnos y eventualmente dejaban los videojuegos por completo.
Se dice que solo duró un mes de 1981, y que desapareció sin dejar evidencia. Hasta la fecha, no hay evidencia factible de que Polybius haya existido siquiera. El nombre se origina de Polybius, un historiador griego que decía que nunca se debía reportar aquello que no se pudiese verificar por medio de entrevistas con testigos presenciales.

La leyenda de Polybius.
La leyenda urbana cuenta sobre la aparición de un nuevo videojuego en las arcades de varios suburbios de Portland, Oregon; algo que en 1981 era todavía visto como una novedad. El juego era tan popular que había largas filas para jugarlo, derivando inclusive en feroces peleas para determinar quién lo usaría a continuación.
Se menciona que las máquinas eran visitadas constantemente por "hombres de negro", los cuales recogían datos desconocidos a partir de un dispositivo ubicado en el interior del gabinete; con el fin de probar las respuestas de los efectos psicoactivos que la máquina producía en los jugadores. Entre estos se habla de amnesia, insomnio, stress, pesadillas y terrores nocturnos; así como una aversión tal a los videojuegos que uno de los involucrados acabó volviéndose un activista anti-gaming.

Polybius fue supuestamente inventado por la compañía Sinneslöchen, que en alemán significa algo así como "borrar sentidos" o "privación sensorial". La leyenda aparece por primera vez en la página coinop.org el 3 de agosto de 1998; en donde el autor dice que posee un ROM funcional del juego y que pudo dataminarlo para extraer fragmentos de texto entre los que se incluye un copyright de 1981 a nombre de Sinneslöchen.
Algunos usuarios de internet y folkloristas urbanos creen que la leyenda se originó a partir de relatos sobre una versión beta de "Tempest" que ocasionó problemas relacionados con epilepsia fotosensitiva, náusea y vértigo. Se tiene registro de que dos jugadores enfermaron el mismo día de 1981 en Portland tras jugar Asteroids por 28 horas en un intento por romper el récord mundial.

El encuentro con Ojos Rojos.

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Extraído de 4chan.

"Tengo una historia decente, pero no posteo demasiado... así que por favor ténganme un poco de tolerancia.
Cuando tenía 10 años, vivía con mi hermano, mi madre y el último de los novios de ésta. Mamá era una maldita hambrienta de dinero, así que nunca salía con alguien que fuese pobre. Vivíamos en casa de su novio, una casa grande de dos pisos, tres habitaciones y unas cuantas yardas de terreno alrededor.
El lugar estaba el borde de un bosque muy denso, cerca de unas vías de tren abandonadas. 
Mi hermano siempre había sido un niño algo loco, corría constantemente explorando y buscando cosas por todos lados. Yo era un ermitaño que vivía encerrado jugando videojuegos. Básicamente, no llegué a ver todas las cosas que mi hermano vio, aunque a decir verdad quizás no me habrían interesado, de todos modos.
Todo iba bien hasta que llevábamos dos semanas viviendo ahí. Mi hermano dejó de salir, comenzó a orinarse en la cama todas las noches (lo que nunca había pasado) y adoptó una actitud de temor hacia el exterior de la casa. Sabía que algo estaba mal con él, así que intenté preguntarle qué rayos sucedía.
Me dijo que todos los días veía a este... "hombre lobo", al cual llamaba Ojos Rojos. El monstruo lo acechaba, e inclusive a veces le hablaba diciéndole que se acercara, en algunas ocasiones usando la voz de mi madre o la mía. En un principio, Ojos Rojos se quedaba parado en la orilla del bosque; pero mi hermano decía que ya después de un rato se acercaba a la casa y observaba a través de la ventana.
Me dieron escalofríos, pero conociéndolo me limité a pensar que solo intentaba asustarme. No sería la primera vez que lo hacía. Aunque con el tiempo me asusté en verdad, porque su comportamiento siguió igual de raro, parecía que todo le aterrorizaba y ya no salía de la casa por sí solo.
"Quiero ver a esta cosa", me dije. Quería encontrarlo, así que pasé varias noches asomado a la ventana esperando ver salir a un monstruo de los bosques... hasta que en una ocasión, finalmente lo encontré. 
Estaba mirando el borde de los bosques cuando logré divisar estos dos ojitos rojos que brillaban en la oscuridad entre los árboles. Me congelé. Dios, esa cosa era real. Tuve problemas para respirar, y traté de convencerme de que esta cosa era un lobo. 
Me despegué de la ventana por un segundo, intentando comprender lo que acababa de ver. Juro que no fue más que un par de segundos, y que esta cosa debía ser sobrenaturalmente rápida... porque cuando volví la cabeza hacia la ventana, ESTABA AHÍ, con la cara pegada en el cristal.
Debo mencionar que estaba en la planta alta de la casa, así que ya se imaginarán que para entonces estaba cagando ladrillos. Lo observé sin saber qué hacer por un momento que parecía toda una eternidad... esos malditos ojos rojos, brillando con puro odio. No, odio no.
Con hambre.
Me oriné encima, y fue entonces que entendí qué pasaba con mi hermano
Al día siguiente, desperté empapado en una mezcla de orina y sudor. Mi hermano se levantaba más temprano que yo, así que corrí a verlo para decirle que lo había visto. Había encontrado a Ojos Rojos. Eso pareció relajarlo, confirmar que no se estaba volviendo loco y que esa cosa era real.
Hablamos al respecto y mi hermano me confesó varias cosas que yo ignoraba.
Ojos Rojos se limitaba a permanecer quieto y observar desde una distancia, aunque en las últimas ocasiones que mi hermano salía a jugar al bosque; ya lo perseguía a toda velocidad entre los árboles. Corría como un cojo, moviéndose y temblando erráticamente, con las piernas torcidas como una especie de jorobado de película. 
Y sí, hablaba con él... pero jamás movía la boca. Digamos que... que solo observaba.
Sabiendo eso, y que ya confirmamos que era real; decidimos ir a cazarlo en grupo con amigos. Quizás un gran número de personas lo aterrorizarían y lo ahuyentarían del bosque. Organizamos la cacería con los amigos de mi hermano, y cada quien se equipó con el cuchillo de cocina más grande que pudiera encontrar.
No hallamos a Ojos Rojos, pero sí dimos con un claro en medio del bosque. Digo claro porque parecía que alguien o algo había destrozado los árboles para hacer un hueco ahí. Había toda clase de basura rara: envases y latas vacíos, ropa vieja y sucia, huesos, cadáveres de animales en varios grados de descomposición... era algo maligno. Como de una película de horror.
Estuvimos un rato, hasta que escuchamos cosas inusuales.
Primero fue algo natural. Algún animal moviéndose entre los arbustos, pisando ramas y follaje en el piso del bosque.
Después vinieron los gruñidos y gemidos guturales. Algunos chicos del grupo pensaron que era un vagabundo enojado porque habíamos encontrado su "hogar"; pero mi hermano y yo sabíamos de qué se trataba. Corrimos fuera de los bosques, dispersando el grupo. Nosotros acabamos corriendo a la casa, donde no hablamos nada al respecto; solo que esa mierda había sido aterradora.
Lo que pasó al día siguiente fue muy perturbador.
Mi hermano me arrastró al patio trasero para jugar, porque ya no quería salir solo. La única razón por la que lo acompañé y no lo mandé al diablo, fue porque sabía que algo afuera intentaba matarlo. Caminamos al patio trasero y de pronto, bam. Sangre por todos lados.
Huesos ensangrentados, carne podrida y vísceras diseminadas a lo largo del patio trasero. Y era un maldito patio gigantesco, quizás de uno o dos acres. Nos miramos el uno al otro, sabiendo exactamente de qué se trataba. Ojos Rojos sabía que nosotros estuvimos en su casa, y esta era su forma de advertirnos que no lo hiciéramos de nuevo.
Corrimos al interior y le dijimos a Bob (el novio de mamá) que fuera por su rifle. Bob creyó que estábamos exagerando, se enojó y fue con nosotros para cerciorarse de que estábamos diciendo estupideces. Se puso súper pálido al ver el desastre, y ordenó que nos quedáramos en el interior de la casa mientras él limpiaba.
Le pregunté qué había hecho eso, y no me dijo nada, pero estoy seguro de que sabía de Ojos Rojos. Naturalmente, me respondió que seguro había sido un perro salvaje y que no me preocupara al respecto. 
¿Un perro? Con una mierda si no sé que me está mintiendo. Mi hermano y yo nos quedamos dentro por el resto de la semana, y a raíz de eso jamás volvimos a hablar de Ojos Rojos incluso después de salir de esa casa. Han pasado diez años desde entonces, y apenas tratamos el tema durante una cena familiar. 
Me confesó que Ojos Rojos se portó mucho más temerario luego del incidente en el bosque. Sabía que le temíamos, así que seguía a mi hermano cada momento del maldito día; incluso a pocos metros de distancia a plena luz del sol. Siempre diciéndole que fuera con él, que lo ayudara.
Mi hermano todavía se estremece al hablar de ello, y ahora somos adultos de veintitantos años.
Todavía tiene pesadillas con Ojos Rojos.
Afortunadamente, creo que Ojos Rojos no podía abandonar el área; porque luego de que mamá dejara a Bob y nos mudáramos de esa casa; jamás volvimos a verlo."

La leyenda de Black Vaughan.

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Kingston es una ciudad ubicada en la región de Herefordshire, en la frontera entre Inglaterra y Gales. En ella, se localiza la iglesia de St. Mary; donde en una tumba de mármol descansan los restos de Ellen y Thomas Vaughan.
Thomas fue un terrateniente del siglo XV que peleó en el lado de los York durante la Guerra de las Rosas. Fue asesinado en la batalla de Banbury en 1469, y su cuerpo decapitado devuelto a Kingston para ser enterrado. Pero la muerte no otorgó el descanso a Thomas, pues de acuerdo con la población de Kingston, Thomas Vaughan regresó de la muerte como una entidad llamada Black Vaughan; que rápidamente se hizo de una reputación negativa y llena de terror.

Black Vaughan atormentaba a los viajeros y a sus animales, aparecía en los caminos para asustar a los caballos, ocasionaba que el ganado fuera en estampida hacia el río, agriaba la leche de las vacas y en general intentaba reducir Kingston a una ruina.
La gente, asustada por Black Vaughan, comenzó a dejar de visitar Kingston y la economía del pueblo rápidamente cayó en picada; al grado de que muchos pobladores tuvieron que vender sus casas y migrar a otros sitios. El acto final, y que convenció al pueblo de que debían ponerle un alto a Black Vaughan; fue cuando el espíritu adoptó la forma de un gran toro Hereford y atacó la iglesia de St. Mary.
Un grupo de granjeros se armó de valor y peregrinó a Gales con el fin de buscar a un sabio que vivía en las montañas. Luego de escuchar sus súplicas y enterarse de lo que ocurría, el anciano exclamó: "Ah, este es un espíritu malvado y no obtendrán la paz hasta que lo pongan a descansar".
El sabio explicó qué debían hacer para que Black Vaughan descansara finalmente:
"No será fácil. Primero deberán reunir a doce personas de buen corazón y gran fuerza, y deberán llevar con ellos a una mujer y a un bebé inocente. Y deberán leerle a Black Vaughan, porque es un gran espíritu y crecerá más; pero si le leen la Biblia y rezan contra él, entonces lo dañarán. No deben dejar caer el libro, pase lo que pase. Deben pararse frente al fantasma y leer, leer, leer hasta que se encoja. Solo entonces podrán capturarlo y enterrarlo como a una rata."

Los hombres volvieron a Kingston, y durante una noche de otoño se reunieron las doce personas frente a la iglesia. Cada uno llevaba una vela y vestía un manto blanco. Se colocaron en un amplio círculo en el centro de la iglesia, donde se colocó una pequeña caja de plata en el medio. Afuera del círculo, una mujer sostenía a un niño que había nacido el día anterior. Muchos curiosos se acercaron, intentando ver qué ocurriría.
Entonces comenzaron a leer.
Se entonaron salmos, y el más viejo del grupo habló con voz poderosa: "¿Estás ahí Black Vaughan?". No hubo respuesta, pero la tensión se incrementó entre los pobladores mientras el viento fuera de la iglesia se tornó en una tempestad. Los elegidos siguieron rezando, hasta que se escuchó un ruido súbito sobre el círculo, algo que se movía en el aire y apagó una vela. Aterrorizado, el portador de ésta la dejó caer al piso, cayendo de rodillas y tirando su biblia al piso.
La muchedumbre ahogó un grito, y el bebé comenzó a llorar. De la oscuridad sobre la iglesia se escuchó una risa triunfal de ultratumba. Una a una se apagaron las velas, mientras las personas del público entraron en pánico y oración. El mal estaba en la iglesia, riéndose de ellos y jugando con su terror.
Cuando la gente intentó llegar a las puertas, el más anciano de los elegidos gritó: "¡No! ¡No se rindan! ¡No le teman! ¡Escúchenlo! Lo hemos hecho venir con nosotros... y se hace más y más pequeño. Tengan valor, amigos. Solo así lo venceremos."
Con estas palabras, los pobladores volvieron con vergüenza de que hubiesen temido que Black Vaughan fuese más poderoso que Dios en su propia casa. Black Vaughan se enfureció y se abalanzó sobre el grupo, apagando una quinta, sexta y séptima vela. Conforme la iglesia se oscureció más, la gente cayó en un silencio ominoso.
El anciano estaba correcto. La risa de Black Vaughan ya parecía más la de un niño que la de un hombre; y ese fue el detonante para que la población ganara valor. Ocho y nueve velas ya estaban apagadas. El ritual funcionaba.
La gente vitoreó al anciano, mientras éste leía como Jesús ahuyentó a los demonios de un demente. Se escuchó el ruido de algo que chocaba contra las ventanas y el techo, como si un ave estuviese atrapada dentro del templo y luchara por salir. Black Vaughan, debilitado, buscaba escapar. El anciano no se detuvo, incluso mientras se apagaban las décima y onceava velas. Tomó su vela con la mano derecha y oró porque el espíritu fuese conquistado.
La llama creció más y más brillante, hasta que iluminó tanto como las doce velas y entonces se oyó que algo pequeño caía al piso en el centro del círculo. El anciano gritó: "¡En el nombre del padre, el hijo y el espíritu santo... te ordeno, Black Vaughan, que entres a la caja que yace aquí en el piso!"

Y no hubo más que silencio.
El anciano preguntó: "¿Black Vaughan, Black Vaughan... en donde descansarás?". Se detuvo y la congregación escuchó desconcertada mientras una pequeña voz espectral dijo: "En donde sea, en donde sea... pero no en el Mar Rojo."
"Está en la caja". Anunció el anciano. La iglesia se llenó de gritos emocionadas mientras la caja fue sellada con hilo y colocada en el interior de un cofre de hierro. A la luz de una antorcha, el anciano condujo a sus compañeros y pobladores a un estanque pequeño; donde arrojaron a Black Vaughan.
Hasta este día, Black Vaughan yace en el fondo del estanque. Más enojado que nunca, siempre buscando como huir. Si se encuentra un cofre en un estanque de Kingston, se le deja solo... pues aún existe el temor de liberar a Black Vaughan.

Relatos de la ruta 491.

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Extraído de 4chan.
"Crecí en las comunidades de Gallup y Shiprock, Nuevo México; y he atravesado la autopista 491 en muchas ocasiones. También soy Navajo, pero no de la clase tradicional. Comenzaré diciendo que sí, la autopista 491 en las reservaciones Navajo es extremadamente aterradora durante la noche.
Hasta hace una década, la mayoría de ella era una autopista de dos carriles por la cual transitaban autos suficientes como para pasar por cuatro. Esto, obviamente condujo a una infinidad de accidentes. De hecho si conduces por la autopista durante el día, verás un gran número de cruces y monumentos.

Debo decirles que si alguna vez la transitan... NO se atrevan a recoger autoestopistas, en especial luego de oscurecer. La teoría de los Skinwalkers todavía tiene mucho poder en nuestra reserva; y puedo decirles que si alguna vez encuentran algo raro en su auto al pasar por ahí, deben tener a la mano tabaco o cenizas.
Incluso encender un cigarrillo puede ayudar. Y pase lo que pase, no deben dejar que esa cosa en su auto los toque o les arranque un solo cabello. Oh, ¿y la razón por la cual mencioné lo de los accidentes?
La ruta 491 tiene muchas historias de autoestopistas fantasma, y el tramo entre los condados de San Juan y McKinley tienen la cifra más alta de muertes por accidentes de tráfico en Nuevo México. 
Mi propia madre tuvo un encuentro con lo paranormal en ese pedazo de camino hace varios años.
Mamá trabajaba como oficial de policía a finales de los setenta, y ella y su compañero se encontraban patrullando la entonces autopista 666 (como se le conocía a la 491 entonces) a altas horas de la noche cuando se encontraron a una anciana vestida con la ropa de los Navajo, que caminaba a un lado de la autopista muy despacio. Se orillaron para ver si se encontraba bien y si necesitaba un aventón a casa. Mamá le preguntó en Navajo que si se encontraba bien... y aquí viene lo feo.
La anciana volteó y se acercó al frente del vehículo. Ahí a la luz de los faros, mi madre y su compañero se horrorizaron al darse cuenta de que bajo la pañoleta que cubría su cabeza no había más que un vacío oscuro. No tenía rostro.
Procedieron a salir disparados de ahí a más de cincuenta kilómetros por hora, sin voltear atrás o detenerse hasta que llegaron a una comisaría.

Para finalizar la historia, también puedo decirles que la autopista puede ser fantástica para conducir a la luz de la luna, y hay formaciones de roca que se ven fantásticas y le dan una vibra extraterrestre. Pero eso sí, asegúrense de llevar con ustedes un paquete de cigarrillos.
Solo por si acaso."

La bestia vampiro de Bladenboro.

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Reconstrucción popular de la Bestia.
Durante el invierno entre 1953 y 1954, la localidad de Bladenboro, Carolina del Norte; fue sede de una extraña serie de muertes de animales cometidos por un depredador desconocido que pronto ganó fama por su brutal modus operandi: la decapitación y aplastamiento de sus víctimas, todas ellas animales domésticos.

El inicio.
La noche del 29 de diciembre de 1954, el jefe de policía de la ciudad de Clarkton (a cuatro kilómetros de Bladenboro) recibió una serie de llamadas en las cuales varios testigos de la zona narraban haber visto un depredador desconocido durante la noche, una bestia "delgada, negra y de metro y medio de largo" a la que se le achaca la muerte de un perro.
Este pequeño prólogo antecedió al 31 de Diciembre, cuando Johnny Vause; un poblador de Bladenboro, encontró muertos a sus dos perros durante la noche. Los dos animales habían sido destrozados y aplastados, y yacían en charcos de sangre, como el mismo Vause explicó al dar el reporte a la policía:
"Mis perros pelearon como los grandes. Había grandes charcos de sangre en el porche. Y un
charco de saliva en la entrada de la casa. Mató a un perro a las 10:30 y lo dejó ahí tirado. Mi
padre envolvió al perro en una manta, pero esa cosa volvió por el cadáver y se fue con él.
A la 1:30 de la mañana, regresó y mató al otro perro antes de huir. Encontramos el cuerpo tres
días más tarde, entre las ramas de un seto. La cabeza de uno de los perros había sido arrancada
y su cuerpo aplastado, como si algo lo hubiese masticado. Al otro perro le habían arrancado 
la quijada."
-Johnny Vause.
Los ataques solo comenzaban.
La noche del primero de enero de 1954, dos perros más fueron hallados en la granja de Woodie Storm; y de acuerdo a un testigo, uno de ellos parecía haber sido masticado y vomitado por algo enorme.
La noche siguiente, un granjero llamado Gary Callahan reportó que su perro fue asesinado durante la tarde de ese día. Dos perros más fueron hallados muertos el 3 de enero, y durante la autopsia, el jefe de policía Roy Fores se encontró con que el animal no tenía nada de sangre en el cuerpo. Fores también añadió que los perros mostraban rastros de haber sido "masticados" y escupidos.
Los diarios locales publicaron artículos el 6 de enero, explicando que la noche del 5, un conejo había sido decapitado limpiamente en el patio de una casa. El 7 de enero, se le sumó un perro más hallado cerca del pantano de Bladenboro.
El dueño de una gasolinera local, Julian Shaw; halló una cabra que de acuerdo a él, había sido "aplastada como si le hubiesen dado con una pala" y que estaba seguro que lo que fuese que mató a la cabra, también había estado matando vacas y cerdos salvajes desde hacia tiempo. 

El encuentro con el monstruo.
La primer descripción de la bestia llegó el cuatro de enero, cuando un residente de nombre Malcolm Frank dijo haber visto un extraño animal cruzando la calle frente a su casa. Lo describió como "de metro y veinte de largo, peludo y con rasgos de oso y pantera". 
El hijo de un hombre de Bladenboro llamado Carl Pate, declaró al poco tiempo que la noche del 3 de enero se encontró con algo "pequeño y que iba junto a una de sus crías". Un tercer avistamiento se dio esa misma noche por James Pittman; que a las once de la noche escuchó un ruido similar al llanto de un bebé fuera de su ventana. Al asomarse, vio que los arbustos al lado de su casa se movían.
Sin embargo, la descripción más clara viene de un hombre llamado Lloyd Clemmons, que fue publicado por el Wilmington Morning Star y reza de la siguiente forma:

"Tengo dos perros. Niggy, uno negro y pequeño, y Peewee; uno café y poco más grande. Mi esposa
y yo nos encontrábamos en la sala. Escuchábamos que los perros estaban intranquilos, la luz de mi
patio delantero estaba encendida y Larry Moore tenía su luz trasera iluminando el otro lado del
patio... Me asomé y vi esta cosa. Me dejó perturbado.
Era como de sesenta centímetros de alto, con una cola de treinta. Era negro y con el rostro de un
gato. Solo que jamás he visto un gato tan grande. Se movía en silencio, sigiloso, como si intentase
atrapar a Niggy y Peewee. Salté con mi escopeta y le disparé, pero solo logré que se escabullera
entre la oscuridad de la noche. Jamás lo vi de nuevo."

Un gupo de cazadores de Wilmington pasaron esa noche rastreando al animal en los pantanos cercanos al pueblo. De acuerdo con lo que encontraron, debía tener zarpas de al menos tres centímetros de largo y un peso de 45 kg. 
El movimiento circular del animal sugería que debía tener crías (lo que coincide con el relato de uno de los testigos) o una pareja cerca. 
La mañana del cinco de enero, el jefe Fores encontró al animal atacando a un perro a lo lejos; pero el canino pudo escapar a su perseguidor. Fores también dijo haber encontrado huellas cerca de la orilla de una cañada próxima a donde el animal atacó días antes. 
La señora C.E. Kinlaw encontró esa noche a un animal que parecía un puma gigantesco, atacando a un perro a tres casas de distancia de la suya. El animal corrió hacia ella al verla, pero dio media vuelta y escapó al escucharla gritar. 
Un niño llamado Dalton Norton reportó haber visto un "gran gato" la noche del 6 de enero. Según él, escuchó un ruido en el porche, como el de un bebé llorando. Entonces la cosa saltó del tejado del porche y salió corriendo hacia otra casa. 
El 11 de enero, dos automóviles se detuvieron en la carretera al encontrar a un depredador de casi metro y medio de largo. Uno de los conductores declaró que el animal tenía orejas cortas, era pardo y que había algo en él que resultaba muy perturbador.

La caza.
Fusell y Woodrow posando con el lince muerto.
Temiendo que la bestia pudiese atacar a los habitantes de Bladenboro, el jefe Roy Fores organizó una compleja cacería usando perros de ataque y a doce cazadores experimentados del pueblo. Para el día siguiente, el 5 de enero, más de quinientas personas rastrearon los bosques y pantanos usando sabuesos.
El 6, el número se incrementó a 800 personas que salieron hacia el pantano. Fores intentó usar perros para hacer salir al animal, pero el plan fue cancelado por oficiales de la ciudad debido al riesgo que suponía no solo para los canes; si no para los curiosos que buscaban encontrar al misterioso depredador.
Sin embargo, fue hasta el 13 de enero que hubo resultado alguno. Luther Davis, un granjero local; mató a un gran lince en su propiedad cerca de las 8:30 de la mañana. Woodrow Fusell, alcalde de Bladenboro; dio una conferencia en la cual explicaba que la bestia había sido asesinada por fin. Pero la población, y en especial los cazadores, se encontraban escépticos de que un gato pequeño fuese capaz de matar perros, cabras y vacas.
Ese mismo día, Bruce Soles, que viajaba de Bladenboro a la comunidad de Tabor City; arrolló a un animal desconocido con su auto. De acuerdo con Soles, el animal tenía los colores de un leopardo, medía sesenta centímetros de alto y pesaba cincuenta kilos. 

La identidad del monstruo.
Un Puma, animal que se cree era la bestia de Bladenboro.
De acuerdo a los reportes de encuentros con la bestia, el animal era definitivamente un gran felino; pero las descripciones varían desde un lince de gran tamaño hasta pumas, leones y leopardos. El cazador S.W. Garrett llegó a la conclusión de que el grito de "bebé" de la bestia era similar a los chillidos producidos por el puma, el gato doméstico y en algunas ocasiones el zorro o el coyote.
El jefe Fores y algunos cazadores de Bladenboro tenían la sospecha de que el animal era un lobo, pues los pobladores más viejos de la zona decían que usualmente se encontraban manadas de estos animales en las zonas que rodeaban el pantano.
C.E. Kinlaw dijo que el animal era un "puma gigantesco", mientras que el Bladen Journal escribió un reportaje en el cual se postulaba al glotón como el culpable más posible; mientras que en otros diarios se sostenía la creencia de que se trataba de un perro que escapó de su dueño y acabó volviéndose salvaje.
Un glotón, también llamado wolverine, carcajou o gulón.
Finalmente, el editor de la gaceta científica del Robesonian dijo que el culpable era definitivamente un gato, y que a juzgar por sus gruñidos y chillidos; era un puma famélico.
La teoría del puma fue confirmada por el programa MonsterQuest, que tras varios análisis llegó a la conclusión de que el atacante era uno de estos felinos.

¿Realidad o fraude?
Un mod del videojuego Zoo Tycoon 2, donde el animal aparece como "Vampire Beast".
Un año después, el alcalde Fussell viajó a Charlotte para conseguir copias del filme "The Big Cat" para su exhibición en Bladenboro al día siguiente. Se imprimieron folletos para el teatro que rezaban "¡Ahora pueden ver al Gato! ¡Lo tenemos en nuestra pantalla!".
Fussell mismo creía que el monstruo era un fraude, aunque fue él mismo quien llamó a los diarios para notificar los perros muertos. Encontró las muertes como algo extraño y dijo que "un poco de publicidad nunca hacía daño":
"Debíamos hacer algo. La ciudad tenía armas hasta los dientes. Incluso los niños llevaban pistolas. El jefe Fores y yo sabíamos que a alguien le iban a disparar. El animal era 90 por ciento falso y 10 por ciento verdad. Los periódicos lo llamaron 'Bestia de Bladenboro' y dijeron que era un vampiro".
-Woodrow Fussell, 1954.
El impacto de la bestia continúa hasta hoy.pues en Bladenboro se sigue realizando un festival anual llamado "El Festival de la Bestia" en el cual, la bestia de Bladenboro (también llamada cariñosamente "Bob") aparece como mascota.
En el género de los videojuegos, se puede encontrar una verstión de la bestia en el juego Zoo Tycoon 2 como parte de la expansión hecha por fans llamada "Paranoia".

La tumba de Molly Crenshaw.

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Cerca de la ciudad de St. Louis Missouri, en el condado St. Charles; existe una tumba en medio del bosque que nadie se atreve a perturbar, pues las consecuencias podrían resultar fatales.
Por décadas, los estudiantes de la preparatoria Francis Howell han narrado la historia de Molly Crenshaw; una mujer que fue linchada y quemada durante mediados de los 1800s tras ser encontrada culpable por un muy mal año en las cosechas del pueblo. Dependiendo de la versión de la historia, Molly puede ser una mujer de descendencia haitiana o jamaiquina, una esclava liberada o practicante del vudú que era fanática de lanzar maldiciones a sus vecinos por cualquier tontería.
El final de la odiada mujer llegó durante un terrible invierno, cuando los pobladores decidieron culparla tras que las cosechas fallaran por el intenso frío. Crenshaw fue sacada de su casa, golpeada y linchada por una turba iracunda. La mujer, airada y a punto de morir por el daño infligido, lanzó una advertencia.
Cualquiera que tocara su tumba moriría.
Ignorándola, los campesinos se dispusieron a cortarla en pedazos; los cuales fueron enterrados a lo largo del campo para evitar que la bruja pudiese alzarse de entre los muertos para vengarse de la gente del pueblo.
Pero la magia de Molly siguió activa luego de la muerte de esta, pues la leyenda cuenta que por obra de una venganza extraterrenal; las piezas de la bruja se mueven año con año, acercándose poco a poco bajo la tierra como si fuesen gusanos putrefactos. ¿Y la maldición de la tumba?
Bueno, cabe mencionar que hay registros de dos jugadores de fútbol americano que intentaron robar la lápida durante la década de 1950. Ambos fueron hallados al día siguiente por el alguacil del pueblo... sus cuerpos destrozados habían sido empalados en la reja del cementerio donde Molly descansa hasta este día.

La verdadera Molly Crenshaw.
La "tumba" de Molly Crenshaw.
Aunque la historia de Molly Crenshaw tiene todo el atractivo de una producción de horror hecha en Hollywood, los historiadores locales están de acuerdo en algo: la mujer, al menos como reza la leyenda; jamás existió.
Sí hubo una Molly Crenshaw, pero no era jamaiquina o haitiana; y murió en 1913, no tras ser asesinada por una turba, si no por ingerir ácido carbólico. De acuerdo a los obituarios de St. Charles, Crenshaw era una maestra de escuela que se suicidó luego de que perdió el oído y llegó a mediana edad.

Oolonga Daglalla - El perro grande.

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Mucho menos conocido que la Bestia de Bray Road o el Hombre-Perro de Michigan pero igual de perturbador, la leyenda del Oolonga Daglalla o "Long Dog" ("Perro Largo") sigue resonando fuertemente en los bosques, pantanos y praderas del estado de Tennessee.
La historia se origina en 1847 en la ciudad de Knoxville, gracias a un periódico local que escribió sobre el descubrimiento de un cuerpo destrozado, el cual fue hallado cerca de un pantano local. Algo muy grande y peligroso había masticado y desgarrado el cuerpo hasta dejarlo irreconocible. 
Se sugirió a un oso, un puma e inclusive perros salvajes... pero entre los más viejos de la zona surgió un nombre para identificar al culpable: Long Dog.

El encuentro de Piney Flats.
La historia permaneció en el olvido por casi cuarenta años, hasta que en el área de Piney Flats se descubrió una escena similar a la ocurrida en Knoxville décadas atrás. Los cuerpos de un hombre y una mujer fueron hallados en un camino cercano a uno de los pantanos de Piney Flats.
Las víctimas mostraban rasgos de haber sido atacados por perros salvajes, mordidos y desgarrados con zarpas afiladas que inclusive habían dejado marcas en el hueso. Si bien las teorías se centraron en la obra de un psicópata sanguinario y posteriormente en una jauría de perros.
Se convocó a varios cazadores, a quienes se les pagó por cada perro que mataran. Pero de nuevo, el nombre de Long Dog volvió a surgir entre aquellos que recordaban lo ocurrido en Knoxville. 

Oolonga-Daglalla:
Entre los Cherokee de la localidad se hablaba de un mítico espíritu o demonio llamado Oolonga-Daglalla. El nombre se traduce como "espectro de dientes afilados", y se creía que se trataba de un monstruoso canino de las praderas y pantanos que rugía por la noche y odiaba a los humanos.
Oolonga-Daglalla era una fuerza salvaje y malévola, vengativa y depredadora que acechaba y asesina a todo hombre y mujer lo suficientemente desafortunado para cruzar su camino. Según la mitología, el monstruo no era más que un espíritu de la venganza, una encarnación física de la naturaleza y los animales asesinados por los hombres.
El nombre fue modificado por los colonos europeos, y pasó a ser "Long Dog", en especial luego de que fuese visto por jinetes, tramperos y cazadores al poco tiempo de la ocupación de la zona.
Se le describe como la bestia más rápida de la tierra, un cazador frenético que siempre lograba matar a su objetivo. El animal elegía a una persona, y no importaba lo que ésta intentara hacer, lo rápido que se moviera o los métodos que usara para ocultarse... el Long Dog siempre lograba su cometido.
El animal saltaba sobre su presa y las torturaba, cortándolas poco a poco con sus zarpas y lamiendo la sangre que brotaba de estas.
Podía fingir una falta de interés en la presa y permitir que esta escapara... solo para volver a perseguirla y capturarla como juego. Una vez que se hartaba, Long Dog mataba con una mordida en el cuello.
A diferencia de las bestias de la tierra, el Long Dog mataba por el placer de la caza y el derramamiento de sangre. Los Cherokee le temían y evitaban ir al bosque, colocando símbolos sagrados para delimitar un perímetro y mantenerlo alejado de sus comunidades. Cualquiera que sobreviviera al ataque, era expulsado de la tribu para evitar que el Long Dog atacara la aldea; entonces la víctima debía sobrevivir en el bosque por siete días.
Una vez que ese periodo de tiempo pasaba, la persona podía volver sabiendo que el espíritu no volvería a perseguirlos jamás.

La bestia: 
El Oolonga Daglalla
El Long Dog supuestamente mide 1.80 de largo, similar a un gran felino. Es un cuadrúpedo musculoso y ágil, con patas largas, cabeza pequeña y orejas puntiagudas. La boca del Long Dog está repleta de grandes colmillos, y físicamente mezclaba los peores rasgos de un glotón, una pantera y un lobo.
Sus ojos arden con un fulgor ambarino en la oscuridad, como dos carbones. Su aliento huele a azufre y a su paso deja manchas de sangre por todos lados. Tiene el poder de devorar el espíritu y escupir el cuerpo físico hecho pedazos. Se dice que (de manera similar al zombie), las víctimas del Long Dog se levantaban como abominaciones muertas en vida.
La víctima se transformaba en un zombie sanguinario e incontrolable, que atacaba todo a su paso. Los Cherokee llamaban a esto "la esclavitud de la rabia", y se creía que la víctima perdía su humanidad hasta pasar a ser una criatura babeante, cuadrúpeda e incapaz de pensar.

El túnel Sensabaugh: La morada de Long Dog.
El túnel Sensabaugh.
En medio de Tennesee existe un túnel llamado Sensabaugh, por su proximidad al poblado del mismo nombre. Existe la creencia popular de que el túnel está embrujado, se le relaciona con un portal al infierno y más importante aún; con la leyenda de Long Dog.
Su construcción en 1920 estuvo llena de varios desastres irregulares. Los empleados, la mayoría de ellos inmigrantes chinos y europeos; eran tratados en condiciones inhumanas y prácticamente de esclavitud, sufriendo accidentes que eran ignorados por los capataces y la compañía encargada de construir el túnel.
De estos accidentes, por lo menos uno se relaciona con Long Dog. La leyenda cuenta que durante la construcción, los obreros reportaban no solo el sonido de un animal acechando en el bosque, gruñendo y aullando por las noches; si no también un inusual e inexplicable olor a azufre en el aire.
Una vez que la leyenda de Long Dog se diseminó entre los empleados, éstos se negaron a salir del campamento, mientras que otros sencillamente renunciaban. Unos más descartaron la historia como un mito de los nativos, pero aún así... siempre se mantenía una fogata encendida.
Cuando ya el túnel fue acabado y gran parte de los obreros dejó la zona, ocurrió algo imprevisto y que heló la sangre de los trabajadores que se quedaron a finalizar algunos detalles menores. Una mañana, el capataz encargado se encontró con que los obreros que pasaron la noche en el campamento habían sido desmembrados por un animal salvaje.
Asustado, el capataz volvió a la ciudad e informó a sus jefes de lo ocurrido. El Sr. Sensabaugh, escéptico, decidió adjudicarle la masacre a una manada de perros salvajes y ordenó que los cuerpos fueran enterrados en una parte profunda del túnel, la cual a su vez fue sellada con concreto.
Se dice que las víctimas de Long Dog despertaron como zombies al poco tiempo, y que hasta la fecha merodean por las inmediaciones del túnel tras haber escapado de su prisión de concreto. La leyenda urbana dice que estos zombies son los culpables de los extraños acontecimientos del túnel, y que por las noches se puede escucharlos en medio del bosque, gruñendo y gimiendo como animales salvajes.

El monstruo del lago Iliamna.

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En las aguas del lago Iliamna en Alaska, existe un críptido misterioso cuya leyenda ha perdurado hasta estos días. El monstruo, apodado "Illie", ha sido visto durante décadas y se le atribuyen varias muertes y accidentes misteriosos.
Ha llamado la atención no solo de curiosos y los medios, si no de pescadores profesionales y figuras de la televisión como Jeremy Wade, quien intentó pescar a Illie durante un episodio de su programa "Monstruos de Río". Se dice que mide más de diez metros y tiene fuerza suficiente como para volcar botes y volcarlos; y aunque no hay evidencia física concluyente sobre su existencia, los reportes siguen apilándose hasta la actualidad.

El lago Iliamna.

Locación del lago Iliamna en Alaska.
El lago Iliamna se localiza al suroeste de Alaska, tiene una superficie de 2.622 kilómetros cuadrados y es el lago más grande del estado; así como uno de los más grandes de Estados Unidos. Tiene cerca de 300 metros de profundidad y se localiza a 15 metros sobre el nivel del mar.
Debido a su locación en las tierras salvajes de Alaska, la forma más fácil de llegar a él es por medio de aviones que acuatizan en la superficie durante el verano, fecha en la cual también se puede acceder mediante un viaje en bote a lo largo del río Kyichak.
Hay pocas personas que habitan la región, aunque se sabe que ha sido habitada durante siglos por cazadores, colonos, comerciantes rusos de pieles e inclusive la gente nativa de la tribu Dena'ma.

Los Tlingit y Gonakadet, la Orca Lobo.
Una escultura del Gonakadet.
Los primeros reportes de que algo habita el lago vienen de la tribu Tlingit, quienes narraban historias del "Gonakadet" o "Wasgo"; un gran animal marino con cabeza de lobo y el cuerpo de una orca. Se le consideraba un "dios de los peces" y aparece en imágenes grabadas a lo largo de las costas de Alaska y la Columbia Británica.
Los Aleut, otra tribu esquimal, contaba con leyendas de los "Jig-ik-nak", peces monstruosos que viajaban por las aguas en grupo y atacaban canoas para matar a los guerreros de las tribus. Estas bestias eran temidas y los Aleut se negaban a cazarlas por respeto. Estas leyendas se propagaron a los colonos europeos, que se preguntaban qué rayos eran esas criaturas tan odiadas por los valerosos Aleuts.

Los primeros avistamientos.
Conforme la civilización alcanzó las frías tierras de Alaska y los vuelos llegaron a las aguas del lago Iliamna, muchos pilotos y curiosos atraídos por las leyendas comenzaron a ver grandes peces grises que nadaban cerca de la superficie y se sumergían una vez que las aeronaves se acercaban lo suficiente.
En 1979, el diario Anchorage Daily News ofreció cien mil dólares a quien pudiera probar la existencia de Illie. Hasta el día de hoy, sigue sin cobrarse la recompensa.
Sin embargo, el encuentro más extraño (y cercano) a la bestia fue el que le ocurrió a Chuck Crapuchettes, un misionario que encontró a Illie en dos ocasiones. De acuerdo al religioso, uno de sus amigos intentó pescar al pez usando un cable de acero, ganchos para pescar marlins y tiburones, y carnada consistente de trozos de caribú; los cuales ató al tren de aterrizaje de su hidroplano.
No tenía mucho de que el hombre estaba sentado en la cabina y flotando sobre las aguas, cuando la aeronave se sacudió y algo comenzó a remolcarlo. El hombre cayó del vehículo y nadó frenéticamente hacia la orilla, viendo con terror como algo desconocido jalaba su avión a lo largo del lago.
Cuando por fin se pudo recuperar el hidroplano, Crapuchettes y sus amigos se encontraron con que los cables habían sido arrancados limpiamente.

La identidad de Illie.
Un esturión blanco.
Se cree que Illie podría estar relacionado al Ogopogo del lago Okanagan al sur, en la Columbia Británica; aunque otros descartan dicha teoría al mencionar que el Ogopogo es más bien una serpiente marina que un gran pez.
El biólogo Jeremy Wade sugiere que Illie podría no ser más que un esturión blanco, el cual es nativo de las aguas de Alaska. Esta teoría es apoyada por la Comisión de Pesca de los Estados del Pacífico; quienes explican que además de ser nativo de Alaska, el esturión blanco es el pez más grande de agua dulce en América del Norte, puede llegar a pesar más de una tonelada, medir más de seis metros de largo y vivir cerca de un siglo.
La teoría del esturión como identidad de Illie puede sustentarse en sus hábitos como un pez de agua profunda, aunque pierde cierta validez al saberse que en el lago Iliamna no hay evidencia alguna de una población de esturiones blancos.

La leyenda de la novia fantasma.

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En el año 2005, Tim Burton estrenó la película conocida como The Corpse Bride ("El Cadáver de la Novia" en Latinoamérica), la cual se basaba en una leyenda rusa de los años 1800s. 
La leyenda de la Novia Fantasma comenzó como una historia de horror durante el siglo XIX en Rusia, cuando el Antisemitismo corría rampante y las jóvenes judías eran usualmente atacadas y asesinadas de camino a sus bodas para prevenir que tuvieran hijos.
Debido a la tradición judía de enterrar a una persona con la ropa que usaba al morir, indudablemente varias de estas chicas fueron enterradas usando sus vestidos de novias manchados de sangre.

"Hace muchos años existía un joven que vivía en una aldea en Rusia. Se iba a casar, así que un amigo y él se prepararon para viajar a la aldea donde vivía su futura novia; a dos días de distancia de su hogar.
La primera noche, decidieron acampar cerca de un río. El futuro novio encontró una ramita que sobresalía del suelo, y que parecía un dedo huesudo y largo. Bromeó con su amigo sobre el extraño dedo que salía de la tierra, y entre juegos y risas tomó el anillo de compromiso que guardaba en su bolsillo y lo puso en la ramita.
Luego hizo una danza judía de matrimonio a su alrededor, dando tres vueltas alrededor de la ramita, recitando sus votos del matrimonio mientras bailaba y el amigo reía. Pero los juegos terminaron abruptamente, cuando la tierra se cimbró y comenzó a temblar bajo sus pies.
En donde se había encontrado la ramita, ahora había un agujero. Y de él salía un cadáver putrefacto. Un muerto viviente  que apenas era un esqueleto del cual colgaban retazos de piel y que vestía con los restos de un viejo vestido de novia. Gusanos y arañas colgaban del velo y el cabello enmarañado en su cráneo.
Los hombres se quedaron paralizados por el miedo.

"Ah." Dijo la novia fantasma con voz espectral. "Hiciste la danza del matrimonio, dijiste tus votos y pusiste el anillo en mi dedo... ahora somos marido y mujer. Y demando mis derechos como tu esposa."

Aterrados por las palabras de la novia fantasma, los jóvenes corrieron hacia la aldea donde la novia del muchacho ya los esperaba para la ceremonia. Corrieron directamente hacia el rabino que oficiaría la ceremonia.

"¡Rabino!" Dijo el joven casi sin aliento. "Tengo una pregunta muy importante. Si por casualidad caminara por el bosque y me encontrara una raíz que pareciera un dedo saliendo de la tierra, y le pusiera una sortija de matrimonio y realizara la danza y los votos... ¿sería una boda real?"

Confundido, el rabino preguntó. "¿Conoces de una situación así?"

"Oh, no. No. Por supuesto que no. Es una pregunta hipotética."

Acariciando su larga barba en señal de meditación, el rabino dijo: "Déjame pensar".

Pero entonces, la puerta de la sinagoga se abrió de golpe por una ráfaga de viento helado y la novia fantasma entró al lugar.

"¡Clamo a este hombre como mi esposo! Pues él ha puesto esta sortija en mi dedo y pronunciado los solemnes votos del matrimonio." Bramó, agitando su dedo huesudo en dirección al supuesto novio.

"Este es un asunto muy serio. Debo consultarlo con otros rabinos." Dijo el rabino.

Pronto, todos los rabinos de las aldeas cercanas se reunieron en el templo. Conferenciaron, hablaron y tardaron mientras los jóvenes esperaban su decisión. Afuera, la novia fantasma esperaba, golpeando el piso con un pie esquelético y susurrando una y otra vez: "Quiero celebrar mi noche de bodas. Con mi esposo."

Estas palabras hicieron que cada vello en el cuerpo del joven se erizara, pese a que no hacía frío esa noche. Mientras los rabinos dialogaban sobre tan delicado asunto, la novia humana del muchacho llegó y demandó saber de qué se trataba todo ese escándalo. Cuando el prometido le explicó, la chica comenzó a llorar.

"¡Oh, mi vida está arruinada! ¡Todas mis esperanzas y sueños están destrozados! ¡Nunca me casaré ni tendré familia!"

Entonces los rabinos salieron y uno de ellos preguntó: "¿De verdad pusiste un anillo en el dedo, bailaste y diste los sagrados votos como se debe?"

Los amigos aterrados asintieron al unísono, y los rabinos volvieron hacia el interior de la sinagoga para hablar de nuevo. La novia viva lloraba amargamente, mientras que la novia fantasma ahora se vanagloriaba y alardeaba de su tan esperada noche de bodas.
Después de un corto tiempo, los rabinos salieron marchando solemnemente, se sentaron en círculo y anunciaron:

"Puesto que pusiste la sortija en el dedo de la novia fantasma, bailaste tres veces alrededor de ella y recitaste los votos del matrimonio... hemos determinado que esta es una boda adecuada. Pero también hemos decidido que los muertos no tienen jurisdicción sobre los vivos."

Hubo murmullos y suspiros por todos lados, en especial de la joven novia que respiró aliviada.
La novia fantasma, sin embargo, soltó un gemido desgarrador hacia los cielos.

"¡Ahí va mi última esperanza de una vida! ¡Nunca cumpliré mis sueños! ¡He perdido todo para siempre!" Entonces colapsó en el piso en una imagen patética. Nada más que un montón de viejos huesos envueltos en un vestido roto. Ahí, en el piso. Sin vida.

Sobrecogida con compasión hacia la novia fantasma, la joven novia se arrodilló y reunió el montón de huesos; envolviéndolos en la seda desgarrada y abrazándolos mientras cantaba en voz baja como si estuviese arrullando a un bebé.

"No te preocupes. Yo viviré esos sueños por tí. Viviré esas esperanzas por tí. Tendré esos hijos que tanto querías. Tendré suficientes hijos para las dos, y entonces podrás descansar sabiendo que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos serán cuidados y no te olvidarán."

Amorosamente, cerró los párpados de la novia fantasma y aún cargándola, marchó hacia el río; donde cavó una tumba para los huesos. Luego susurró.

"Descansa en paz. Viviré esos sueños por tí. No te preocupes. No te olvidaremos."

La novia fantasma sonrió llena de felicidad y en paz, como si supiera que podría vivir a través de esta joven mujer. Y la novia la cubrió, envolviéndola en el vestido y enterrándola; para finalmente colocar flores sobre la tierra fresca de la tumba.
Entonces, la novia volvió con su prometido y tuvieron una ceremonia solemne. Vivieron felices por muchos años, y todos sus descendientes supieron la historia de la novia fantasma para que ésta no fuera olvidada, ni tampoco la sabiduría y la compasión que le enseñó a la pareja."

Los fantasmas de Gettysburg.

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La batalla de Gettysburg.
Corría el verano de 1864 cuando la guerra civil americana rugía a su máximo y la victoria se encontraba en el horizonte para la Confederación, en especial tras una racha de victorias en el este. Robert E. Lee, confiado luego de ganar las batallas de Fredericksburg y Chancellorsville; le pidió al presidente Davis que retomaran el esfuerzo de invadir el norte.
Al hacer esto, llevarían la lucha lejos de la capital en Richmond y permitiría que los soldados confederados reabastecieran sus líneas de provisiones. Así pues, Lee comenzó a avanzar hacia el norte el 3 de junio, marchando por el valle de Shenandoah en dirección al norte de Virginia; pero el norte ya presentía que ocurriría algo con las fuerzas confederadas, y comenzó a movilizar a sus tropas hacia el sur.
El 30 de junio, las fuerzas rivales se encontraron en Gettysburg, un pequeño pueblo de Pennsylvania con poco menos de 2500 habitantes en ese entonces. La lucha se extendió por tres días, no solo por las colinas y bosques de las afueras; si no en las mismas calles de Gettysburg. Al final de esas 72 horas, la batalla de Gettysburg finalizó, y el tercer día pasó a la historia como el más sangriento de la guerra civil; pues casi una tercera parte de los hombres involucrados fallecieron durante la lucha.
El 4 de julio, Robert E. Lee se vio obligado a capitular. Su invasión del norte había fracasado: se encontraba lejos de las líneas de provisiones y además de ya no tener municiones, la Confederación no podía reunir los números suficientes para reemplazar las casi 28,000 bajas de la batalla. Esa tarde, Lee comenzó su retirada de Virginia, pero la reconstrucción de Gettysburg estaba lejos de terminar.

Las calles estaban cubiertas de cadáveres que ya comenzaban a apestar bajo el sol del verano en Pennsylvania. Los pobladores se quedaron con la extenuante labor de atender a los heridos, por lo que casas, negocios e iglesias se transformaron en hospitales de campo.
Un oficial del ejército federal describió la escena de la siguiente manera: "Cadáveres, hinchados al doble de su tamaño. Más bien, estallados. Cadáveres humanos recargados contra una reja, con los brazos extendidos al cielo y con horribles rostros de miradas fijas..."
Por todas las dantescas escenas transcurridas ese día, no debería ser extraño pensar que los espíritus de aquellos miles de muertos permanecen hasta el día de hoy en los edificios, campos de batalla y bosques de Gettysburg.

El perfume.
La calle principal de Gettysburg en 1863.
El primer reporte de fantasmas es aquél producido por un "olor fantasmal", el cual es particularmente fuerte en las calles principales de la ciudad. La historia dice que a las mujeres de la ciudad solo se les permitía caminar por las calles luego de las batallas si usaban un trapo de cocina impregnado de perfume, esto con el fin de no oler la peste producida por los cadáveres y la sangre.
En ciertos lugares todavía pueden percibirse estos aromas a canela, vainilla y flores durante altas horas de la noche.

Los fantasmas de la Universidad Gettysburg.
La universidad Gettysburg.
Durante la batalla de Gettysburg, la universidad local fue uno de los principales sitios de lucha en la ciudad. En aquel entonces, solo consistía de tres edificios de ladrillo que fueron convertidos en un refugio y hospital de campo para los heridos.
La sala Pennsylvania, un gran edificio que sirvió como dormitorio para estudiantes durante Gettysburg, fue capturado por los confederados para ser usado como cuartel por Robert E. Lee. Se dice que en sus salas y pasillos se pueden ver soldados dando rondas durante la noche.
Hay reportes de gente de sombras, gritos y lamentos; pero la historia más conocida fue aquella recopilada por el escritor Mark Nesbitt. En ella, dos administrativos del colegio se encontraban trabajando una noche en el cuarto piso del edificio, y a la hora de irse decidieron tomar el elevador para llegar a la planta baja.
Siu embargo, en lugar de llevarlos a su destino elegido; el elevador pasó de largo y llegó al sótano. Al abrirse las puertas, los hombres se quedaron helados: en lugar de una bodega, se encontraron con una sala de operaciones tal y como debía haber sido en 1863. Hombres heridos yacían sobre planchas y mesas, mientras que doctores y enfermeras manchados de sangre caminaban apresuradamente entre ellos.
Aterrorizados, intentaron presionar el botón del elevador para escapar de ahí. Justo antes de que las puertas se cerraran, una enfermera fantasmal los miró con expresión de súplica. 

Los espectros del campo de batalla.
Soldados muertos en el tercer día de la batalla.
Quizás el aspecto más famoso, y la fuente de todas las historias e incidentes sobrenaturales de Gettysburg es aquel asociado con el campo de batalla. A lo largo del campo hay un gran número de residencias que hoy pertenecen al Servicio Nacional de Parques de Estados Unidos y que están embrujadas; ya que la mayoría fueron convertidas en hospitales durante la lucha.
El primer lugar que debe mencionarse es una pequeña casa llamada la "Casa de George Werket"; donde se habla de una puerta en el segundo piso que jamás se puede cerrar. También se habla de alguien o algo que camina de lado a lado en el ático, como si una persona estuviese preocupada o nerviosa por algo.

La "Casa Hummelbaugh" está embrujada por el brigadier confederado William Barksdale, cuyos escalofriantes gritos aún pueden escucharse durante la noche. Antes de morir, fue visto tendido frente a la casa, don de un muchacho le daba agua con una cuchara. Barksdale supuestamente sigue gritando por las noches, pidiendo agua a un muchacho que hace muchos años pasó a mejor vida.
De Barskdale se dice también que cuando su esposa viajó a Gettysburg para recuperar los restos de su esposo y llevarlos a ser enterrados en Mississippi, iba acompañada por el perro de cacería favorita del viejo soldado. Cuando el animal estuvo frente a la tumba de su amo, se tiró al piso y comenzó a aullar durante toda la noche. 
Al día siguiente, pese a todos los intentos de la señora Barksdale de retirar al animal de la tumba, éste se rehusó y continuó en el lugar aún cuando los restos del soldado ya habían sido extraídos para ser enviados a Mississippi. Para quienes vivían cerca del cementerio, el perro se transformó en una imagen cotidiana durante los días siguientes; y muchos intentaron ofrecerle alimentos y agua sin éxito alguno. Al poco tiempo, el animal murió de sed y fue encontrado tendido sobre el sitio donde su amo fue enterrado por primera vez.
Con el tiempo, comenzó a circular la historia de que el perro fantasma aún aparecía en la granja Hummelbaugh, y que cada 2 de julio se puede escuchar un desgarrador aullido durante la noche, como si el perro fiel a Barksdale esperase todavía después de la muerte.

La "Granja Rose" es otro sitio que luego de la guerra fue convertido en un cementerio. Cientos de soldados de ambos bandos fueron enterrados cerca de la propiedad, aunque fueron exhumados durante noviembre de 1863 para ser enterrados en Arlington. De acuerdo con el autor Mark Nesbitt, una de los habitantes de la granja se volvió loca durante el proceso de exhumación luego de ver sangre escurriendo de las paredes de la casa.
En la década de 1930, los Cuerpos de Conservación Civil encontraron el diario de un trabajador de la granja Rose. El hombre volvía a su centro de trabajo unas semanas después de la batalla. Anochecía y dijo haber visto una extraña figura brillante cerca de las tumbas de los soldados caídos.

En adición a estas residencias, hay cientos de apariciones diversas en el campo de batalla: soldados fantasmas marchando en formación, jinetes que cabalgan por las noches y el ruido de la lucha en sitios como el prado donde tuvo lugar la carga de Pickett, las colinas de Little Round Top, Peach Orchard, Wheatfield y en especial el Cubil del Diablo.

El misterio del Cubil del Diablo.
El cubil del diablo.
El Cubil del Diablo es una formación rocosa donde tuvo lugar una terrible batalla durante el segundo día de la lucha en Gettysburg. Pero su reputación como un lugar extraño y sobrenatural tiene su origen muchos años atrás.
La zona fue un sitio de caza para los nativos americanos por siglos, y en ella se libró una guerra conocida como "la batalla de los Cuervos", donde muchos hombres perecieron. En 1880, el escritor Emmanuel Bushman realizó un reportaje donde hablaba de los sucesos paranormales y terroríficos que ocurrían en ella. Habló de que los primeros pobladores veían fantasmas indios, escuchaban el sonido de tambores por la noche e inclusive llegaron a ver bizarras ceremonias indias teniendo lugar entre las rocas.
Bushman escribió sobre que podría haber existido una tribu que habitó el sitio del Cubil del Diablo, y que creía que las rocas podrían haber sido alguna vez parte de una pirámide colosal la cual fue destruida por una fuerza irresistible. 
El nombre del lugar sigue siendo un misterio, aunque muchos creen que se debe a que la cueva siempre ha estado infestada por serpientes, y que el "Diablo" al que hace referencia el nombre no era más que una serpiente gigantesca que tardó muchos años en ser capturada.
Durante la guerra, el lugar se convirtió en una carnicería. Los cuerpos de los soldados confederados y de la Unión que quedaron ahí tirados durante la captura de ese sitio estratégico, tapizaban las rocas y los huecos entre estas; lo que llevó a que el sitio fuese renombrado como "el matadero".
Los confederados lograron capturar el cubil del Diablo, pero muchos de ellos se arrepintieron durante esa noche, pues al ordenárseles montar guardia; se encontraron con que el sitio era macabro y perturbador, como si algo además de los cuerpos de sus enemigos y compañeros, estuviese rondando por ahí.
Nadie sabe cuantos días los cuerpos del Cubil permanecieron sin enterrar, aunque se especula que algunos solo pudieron ser recuperados luego de semanas, y unos cuantos más simplemente fueron arrojados a las profundas grietas entre las rocas.
Tras la batalla de Gettysburg, no pasó demasiado tiempo antes de que las apariciones fantasmales comenzaran. La leyenda local narra que pocos meses después del final de la guerra civil, dos cazadores se perdieron en los bosques cerca del risco. Llevaban un rato dando vueltas en círculos cuando pudieron divisar la figura de un hombre de pie sobre las rocas; el cual les hizo señas con las manos para informarles a donde debían ir y después desapareció.

A comienzos de 1970, una mujer fue a la oficina del Servicio Nacional de Parques para pedir información sobre los supuestos fantasmas del campo de batalla. Los guardias del campo se apresuraron a preguntarle que porqué tanta insistencia, a lo que la mujer les contó que esa mañana había salido al prado para fotografiar los alrededores y que detuvo su auto cerca del Cubil. Mientras tomaba fotografías, tuvo la sensación extraña de que alguien estaba de pie a su lado.
Al voltear, se encontró con un hombre que describió como "un hippie", con largo cabello sucio, ropas rotas, un sombrero de paja y que no usaba zapatos. El hombre la miró y le dijo: "Lo que buscas está por ahí", y señaló hacia el Cubil. La mujer se dio la vuelta para ver de qué hablaba el vagabundo, y al voltear para preguntarle a qué se refería; el hombre ya había desaparecido.
Un mes más tarde, el mismo guardia forestal que escuchó el relato, fue visitado por otro fotógrafo que vino y le preguntó sobre fantasmas. De nuevo la historia del "hippie", lo que llevó al guardia a preguntarse quién sería ese fantasma.
Al investigar, se encontró con registros de un grupo de soldados que coincidía con la descripción dada por los fotógrafos. Durante la guerra, muchos soldados confederados en el Cubil eran soldados de Texas; que al vivir en la frontera más alejada de la civilización en ese entonces, no recibían tantas provisiones como los soldados de sitios cercanos, y por ello los "Wild Boys" se veían como vagabundos en el campo de batalla.
El fantasma ha sido visto varias veces desde entonces, y muchas personas que lo confunden con un actor en una representación de la guerra civil; se han tomado fotografías con él. Todos aquellos que lo han fotografiado llegan a casa y se encuentran con que al revelar el rollo, el hombre jamás aparece en las imágenes.
También se habla de jinetes que aparecen saltando entre las rocas, el crujir de las armas de fuego, gritos inexplicables, cánticos de guerra indios y docenas de fotografías con evidencia de actividad sobrenatural.
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